Por Melissa Nungaray
La
poesía se erige como un espacio itinerante que traduce las líneas del camino en
imágenes sin fondo; va más allá de todo lo que existe. En este recorrido, hay
un compromiso con las palabras mismas. No se busca únicamente la belleza, sino
también desafiar las visiones previamente construidas para descubrir lo que aún
no estamos viendo: los vacíos que debemos llenar, los pasos marcados en la
nieve y la presencia en la humareda que revela más que un simple camino.
En
esta multiplicidad, Chary Gumeta nos presenta una poesía de fuerte denuncia
social. Pero ¿cómo construye su proceso creativo y su manera de percibir el
mundo? En esta entrevista, lo descubriremos. Espero que sea del agrado de
nuestros apreciados lectores.
Chary
Gumeta es licenciada en Letras Latinoamericanas y posee una maestría enfocada
en Educación y Promoción Cultural de Arte y Literatura. Sus poemas se
distinguen por su carácter histórico y social. Como gestora cultural, coordina
el Festival Internacional de Poesía Contemporánea de San Cristóbal de las Casas
y el Festival Multidisciplinario Proyecto Posh. Su trabajo forma parte de la
Enciclopedia de la Literatura en México. Entre sus obras más destacadas se
encuentran: Poemas para domar pulpos callejeros (Espantapájaros, 2012), Como
plumas de pájaros (Múltiples Editoriales, 2016), Poemas muy violetas
(Metáfora Editores, 2016), Aquí, yo te hablo del llanto y de la herida
(Espantapájaros, 2017), Despatriados (Metáfora Editores, 2018), Como
una lágrima en la lluvia (Ediciones Andesgraund, 2019), También en el
sur se matan palomas (La raíz invertida, 2019) y Llorar como la lluvia
(Literatelia, 2019).
Entrevista:
Melissa Nungaray: Tu poesía tiene un fuerte
componente de denuncia social. ¿Cómo logras equilibrar el lirismo con la
contundencia de los temas que abordas?
Chary
Gumeta: —Para
mí, la poesía es una forma de expresar la verdad, denunciar la injusticia y dar
voz a aquellos que no tienen la oportunidad de ser escuchados. Mi objetivo es lograr
un equilibrio entre el lirismo y la contundencia, para que mis poemas no solo
sean hermosos y emotivos, sino también poderosos y comprometidos.
Creo
que la clave para alcanzar este equilibrio es encontrar la manera de expresar
mis ideas y sentimientos de forma auténtica y honesta, sin caer en la
simplificación o la demagogia. Me esfuerzo por ser precisa y directa en mi
crítica social, pero también por mantener un tono poético que invite al lector
a reflexionar y sentir. Es un reflejo de mi propia experiencia y de la
observación del mundo que me rodea. Vivo en un país donde la desigualdad y la
injusticia son problemas graves, y siento que, como poeta, es mi
responsabilidad hablar sobre estos temas y tratar de concienciar a mis
lectores.
Al
mismo tiempo, la poesía debe ser un arte que nos acerque a la sensibilidad, la
empatía y la emoción. Por ello, busco un equilibrio entre la denuncia social y
la belleza estética, para que mis poemas sean tanto un llamado a la acción como
una invitación a la contemplación y la reflexión.
En varios de tus poemas, la ausencia y la
muerte aparecen como presencias que dialogan con lo que queda. ¿Crees que la
poesía tiene la capacidad de rescatar a quienes han sido olvidados por la
historia o por la vida misma?
—Sí, la poesía tiene la capacidad de rescatar
a quienes han sido ignorados, después de su muerte, por la historia o por la
vida misma. La poesía es un arte que puede revivir a los marginados, a los
olvidados. Puede ser un medio para recordar y honrar a aquellos que han sido
borrados de la memoria colectiva.
En
mis poemas, la ausencia y la muerte no son solo temas que se abordan de manera
abstracta, sino también presencias que dialogan con lo que queda. La poesía
puede ser un puente entre el pasado y el presente, entre lo que se ha perdido y
lo que permanece.
Para
mí, la poesía puede ser un acto de memoria, un acto de recordar y honrar a
aquellos que, por diversas circunstancias, siguen enterrados. En mi caso, a
través de ella rescato a mis propios antepasados, a mis raíces, a mi historia,
y doy presencia a aquellos que me han precedido, luchado y sufrido para que yo
pueda estar aquí hoy.
La poesía es un acto de resistencia, un desafío
a la olvidanza y al silencio.
Es un medio para decir "no" a la historia oficial, cuestionar la
narrativa dominante y ofrecer una visión alternativa de la realidad.
Creo
que la poesía tiene la capacidad de rescatar a quienes han sido negados por la
historia o por la vida misma. También creo que es un acto de responsabilidad,
un compromiso con la memoria y con la justicia.
Y
recuerda: solo mueren los olvidados.
Como una lágrima en la lluvia refleja la vida en los márgenes de Centroamérica,
¿qué te inspiró a explorar la frontera entre México y Guatemala en este libro,
y cómo crees que esta región refleja el dolor y la belleza de América Latina?
—Mi libro “Como
una lágrima en la lluvia” es un reflejo de mi propia experiencia y observación
de la vida en los márgenes de Centroamérica, específicamente en la frontera
entre México y Guatemala. Mi curiosidad como investigadora social me llevó a
vivir cuatro años en esa franja de nadie y a la vez de todos que me permitió
ser testigo del movimiento migratorio. No creo en la inspiración, pero al ver
la situación de estos ríos de gente, como poeta no pude ser indiferente ante
las historias que se cuentan y las realidades que son a la vez similares y
diferentes.
La frontera entre México
y Guatemala es un lugar de gran complejidad, donde se entrelazan culturas y costumbres de diversos países; donde se
encuentran las comunidades migratorias que te hacen partícipe de su diario
vivir, sus sueños e ilusiones. Es ahí donde se siente el dolor de la separación,
la pérdida y la violencia, pero también la belleza de la resistencia, la
solidaridad y la esperanza.
Me interesó explorar esta región porque ahí se
manifiestan y desnudan los hechos sociales fallidos de América Latina de manera
intensa. La pobreza, la violencia, la corrupción y la impunidad son problemas
que afectan a muchos países de la región, pero también es un lugar donde se
encuentra una gran riqueza cultural, una gran diversidad lingüística y una gran
capacidad de resistencia y supervivencia.
En mi libro, reflejo la vida en los márgenes de
Centroamérica, donde las personas viven en condiciones de vulnerabilidad, pero
también donde se encuentran historias de amor, de familia, de comunidad y de
lucha. Los poemas muestran cómo la frontera entre México y Guatemala es un
lugar de encuentro y desencuentro, donde se cruzan las historias de los que se
quedan y los que se van, de los que se pierden en la violencia y de los que
logran escapar y encontrar un futuro mejor.
Mi libro “Como una lágrima en la lluvia” muestra
a través de la voz migrante el dolor y la belleza de América Latina, y que
busca dar presencia a aquellos que, por diversas razones, dejaron su tierra.
En tu labor como promotora cultural, has sido
parte de movimientos como Grito de Mujer e Insurgencia Cultural. ¿Sientes que
la poesía todavía es un acto de resistencia o ha sido domesticada por la
industria literaria?
—Sí, confirmo que la poesía es un acto de resistencia, aunque la industria
literaria ha intentado domesticarla y reducirla a un mero producto de consumo.
La poesía ha sido siempre un medio para expresar la verdad, cuestionar el poder
y dar voz a los sin voz. En ese sentido, su tenacidad sigue presente.
En mi labor como
promotora cultural, he tenido la oportunidad de trabajar con movimientos como
Grito de Mujer e Insurgencia Cultural, que buscan promover la poesía y la
literatura como herramientas de resistencia y cambio social. He visto cómo la
poesía puede ser un poderoso instrumento para cuestionar la opresión, denunciar
la injusticia e inspirar la acción.
Sin embargo,
también es cierto que la industria literaria ha intentado domesticar la poesía,
reduciéndola a un mero producto de consumo, convirtiéndola en un negocio.
Muchos poetas se han visto obligados a adaptarse a los gustos y tendencias del
mercado para poder publicar y ser reconocidos, perdiendo en muchas ocasiones la
visión de lo que en realidad es la poesía.
Pero la poesía
verdadera, la que surge del corazón y de la experiencia, no puede ser
domesticada. La poesía que es un acto de resistencia, un grito de dolor, de
rabia, de esperanza, no puede reducirse a un mero producto de consumo. Esa es
la poesía que puede cambiar el mundo, la que inspira la acción, la que da voz
al silencio. Por ello, creo que es importante que los poetas sigamos luchando
por mantener la poesía como un acto de conciencia, sensibilización,
cuestionamiento y como un medio para expresar la verdad.
Grito de Mujer,
por ejemplo, es un movimiento que busca promover la poesía y la literatura
escrita por mujeres como herramientas de resistencia y cambio social. Durante
mucho tiempo, las mujeres vivieron en la marginación literaria; sin embargo,
gracias a estos movimientos de visibilización, hoy tienen una mayor presencia.
Insurgencia Cultural, por su parte, promueve la poesía y la literatura como
medios para cuestionar la opresión y la injusticia. Estas tendencias me han
influenciado para seguir creando poesía como un grito de libertad, denuncia y
resiliencia.
En
tu obra ¿...Y los muertos, Marcela?, ¿cómo logras capturar el dolor y la
lucha de las mujeres en un entorno patriarcal, y qué tan importante crees que
es seguir visibilizando esta realidad en la poesía actual?
—En mi obra, capturo el dolor y la lucha de las mujeres; visibilizo la
opresión patriarcal en la que han estado sumergidas porque así le conviene al
sistema, pero la poesía es un medio poderoso para expresar la verdad y dar voz
a los silenciados. En "...Y los muertos, Marcela?", busco reflejar la
realidad de las mujeres que viven en un mundo donde la violencia, la opresión y
la discriminación son una constante.
La poesía me ha
servido para expresar el sufrimiento y la molestia que siento al ver cómo las
mujeres son tratadas en nuestra sociedad. Es un medio para denunciar la
injusticia y visibilizar la lucha por sus derechos y su libertad. En mi libro,
intento mostrar cómo las mujeres son afectadas por la violencia, la pobreza y
la discriminación, y cómo han sobrevivido en un mundo que parece estar en su
contra.
Creo que es
importante seguir visibilizando esta realidad en la poesía actual porque su
lucha sigue siendo relevante en nuestra sociedad. La intimidación, la opresión
y la discriminación contra las mujeres siguen siendo problemas graves en muchos
países, incluido México, y es importante que los poetas continuemos denunciando
estas injusticias y visibilizando la resiliencia de las mujeres.
La poesía es un
medio para crear conciencia y para inspirar la acción. Cuando leemos poemas que
hablan de las manifestaciones por la igualdad de género, podemos sentir empatía
y solidaridad con ellas, y podemos ser inspirados a tomar acción para cambiar la
realidad. La poesía puede ser un medio para crear un movimiento, para generar
un cambio social.
En mis poemas
describo cómo las mujeres son fuertes, con una gran capacidad de superar las
adversidades; cómo luchan por sobrevivir en un mundo que parece estar en su
contra. Cada texto muestra cómo las mujeres son capaces de crear su propio
destino, tomar decisiones y luchar constantemente contra la violencia, que en
muchas ocasiones las ha llevado a la muerte. Y estoy segura de que estos hechos
sociales son un mensaje importante que debemos seguir visibilizando en la
poesía actual.
A través de la
poesía, podemos recordar y mostrar a las mujeres que han peleado y muerto en la
lucha por sus derechos y su libertad; que han sido víctimas de la violencia, la
opresión y la discriminación. Y creo que es importante que sigamos honrando su memoria
para que su lucha no sea en vano.
Eres una gestora cultural activa en
festivales como el de San Cristóbal de las Casas y Proyecto Posh. ¿Cómo ha sido
tu experiencia organizando estos eventos y qué impacto crees que han tenido en
la comunidad literaria?
—Mi experiencia organizando festivales como el de San Cristóbal de las Casas
y Proyecto Posh ha sido increíblemente enriquecedora y gratificante. Me ha
permitido conectarme con la comunidad literaria, y ha sido un honor poder
contribuir a la promoción y difusión de la literatura y la cultura en la
región.
El Festival de
San Cristóbal de las Casas es uno de los eventos culturales más importantes de
Chiapas y del sur de México. Desde su creación, el festival tuvo como objetivo
promover la poesía entre los jóvenes, principalmente en los centros escolares.
Ha sido un desafío organizar este proyecto, ya que busca llegar a comunidades
rurales y marginadas, pero ha sido increíblemente gratificante ver cómo la
literatura y la poesía pueden tener un impacto tan positivo en la vida de las
personas. Los poetas locales y de México han tenido la oportunidad de compartir
con poetas de otras latitudes, lo cual ha ocasionado que sean invitados a
festivales en otros países o a participar en proyectos editoriales que
justifican su presencia en otras latitudes.
El festival ha
contribuido a que los poetas locales vean expandidos sus poemas traducidos a
otros idiomas, lo cual ha resultado en la publicación de sus textos en diversas
naciones. El impacto es visible.
Proyecto Posh,
por otro lado, es un proyecto multidisciplinario que busca promover disciplinas
culturales como la literatura, la música, la danza, el teatro, el cine y las
artes visuales, entre otras. Ha sido un espacio para que los artistas y
escritores de la región puedan mostrar su trabajo y conectarse con el público.
Proyecto Posh es una plataforma de promoción que, anualmente, lanza una
convocatoria para que participe quien guste, impactando a todos los que desean
una oportunidad para mostrar su trabajo y conectarse con el público, y para que
sus obras puedan ser promovidas y difundidas.
Estos dos
festivales han demostrado que la literatura y la cultura no son solo algo para
la élite, sino que pueden ser accesibles y disfrutadas por todos.
En cuanto al
impacto en la comunidad literaria, creo que estos eventos han ayudado a crear
una comunidad más unida y solidaria. Han permitido a los escritores y artistas
de la región conectarse y apoyarse mutuamente, y han sido un espacio para que
la literatura y la cultura puedan ser discutidas y debatidas.
Si tuvieras
que definir el amor en un solo verso de algún poema tuyo, ¿cuál sería?
—Mi
definición seria la siguiente: “el amor es un huérfano que camina solo por las
calles”
Muchas
gracias por la entrevista, estimada Chary.
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