La poeta Mariela Cordero, nuestra colaboradora, esta semana nos presenta tres poemas de Sonia Chocrón (Venezuela). Poeta y narradora. Guionista. Publicada por editoriales como Alfaguara, Bruguera, Monteávila Editores. En 1988 llega por concurso al Taller “El argumento de ficción” de Gabriel García Márquez en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, Cuba. De allí, viaja a México invitada por el premio Nobel para fundar el “Escritorio Cinematográfico Gabriel García Márquez” donde co-escribe guiones para la televisión y el cine. Ha publicado Poesía: Carnet de Identidad, Hermana pequeña, Bruxa, Fe de errantes: 17 poetas del mundo, Mary Poppins y otros poemas, La buena hora, Púrpura, Toledana. Narrativa: La dama oscura, Sábanas negras, Las mujeres de Houdini , Usted, La virgen del baño turco y otros cuentos falaces , Falsas apariencias .Su trabajo le ha merecido premios y reconocimientos. Aparece enantologías poéticas, narrativas y críticas. Publicada/traducida en revistas académicas -poesía y narrativa- especializadas en literatura.
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Finitud
Mi hartazgo no es infinito
pero es sólido.
Como el hielo que hiere con h
de hembra, hombre, hambre.
Gélida derrota
mortal.
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Conjetura
Hay sacudidas necesarias
Una ola súbita y abierta
que arrastre y someta
Un beso unánime y subterráneo
(seguido de un salto mortal)
Una bofetada en los ojos
del buen juicio
Un corazón que se detenga
por un presagio inasible
O tal vez los miedos resumidos
en una convulsión comestible
En fin, que vuelvas a sentirte vivo,
de un tirón
en los lodos de la costumbre.
Como una piedra
con alma.
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El
nombre de la calle era Applebrown
Yo quería pintarme los labios
los ojos las uñas
Yo anhelaba irme del rebaño en un sueño
al trote
por los túneles solitarios de Applebrown
como una niñita fantasma
imposible de atajar
No ser yo
Quería ser una viajera decisiva
que no manoseara palabras, solo corazones ajenos
del camino
Que no tuviera que memorizar los atributos, las bibliotecas,
los nombres de la importancia, ni los orgasmos de los otros.
Yo quería andar callada besando
lo inasible, lo inmortal.
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Selección por Mariela Cordero
Fotografía: Karim Dannery.
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