Presentamos un poema de Artemio González García (1932, Arandas, Jalisco). Poeta, narrador, dramaturgo y ensayista. Ha publicado los poemarios: Erial del cero, Estrellas de la oscura miscelánea, Orfandad de la flor, El velador de espan Yotos, La eternidad del humo, Entre los simulacros y los signos, La traducción del polvo, Oficio de solista y solitario (antología personal), Cerrojos (del amor y del misterio) y Sótanos de luz (antología). Obtuvo el Premio Jalisco en el 2010.
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DESPAVORIDA ESTANCIA
De improviso hay un muro,
Estoy frente a una puerta.
¿Qué se hizo de mi carga?
Tantas materias primas
y tantos elementos
que en torno a mí dejaron
los reinos figurados que atravesó el poema.
Estoy frente a una casa
pero en mis oídos
estalla el alarido de un tren desesperado.
Estoy estremecido
por una desbordada presencia de estaciones,
donde dejé una caja
con versos de idealismo
para cuando se vista la humanidad de brisa.
Con razón
he extrañado mi carga:
¿Con cuántas amalgamas
y transustanciaciones
he mojado en el viaje los pañuelos del alma?
¿Fue una mujer de luna
dormida en un espejo
la que viajó conmigo…?
¿O fue sólo la luna
la arcaica pasajera?
Estoy frente a una puerta
y un tren se ha hecho viento.
¡Cómo no he de acordarme de aquel veliz de versos
o de mi sangre lírica?
Cuando vine en camino
abriendo con la voz los reinos figurados,
pasé sobre el delirio
dejando una hemorragia de olvido y de ceniza.
Estoy frente a una puerta.
Llueve gris geometría
de esplín y medio tono.
De improviso un asilo
apenumbrado en sueño…
llueve líquida ausencia,
mojadas despedidas.
Estoy frente al asilo que cura los recuerdos,
pero en los nervios llevo
los póstumos adioses de un tren decepcionado.
¿Cómo no he de acordarme de mi veliz de versos?
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