Presentamos una selección de poemas de Mónica Olivares Fonseca (Campeche, 1991). Es egresada en la Universidad Autónoma de Campeche de la licenciatura en Contaduría y Maestra en Administración. Es miembro del Taller de literatura “Proyecto Escuela de Escritores Campechanos”. Beneficiaria del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico del Estado de Campeche. Coescritora del Proyecto Editorial “Sureñas: Narradoras y Poetas Jóvenes de la Zona Sur, del Fondo Regional para la Cultura y las Artes de la Zona Sur (Focarz). Colaboradora en la Antología “Todo lo que habita el silencio” (SECULT). Diversas publicaciones en la Revista Tierra Adentro de la Secretaria de Cultura y en la Revista “Pliego 16” de la Fundación de las Letras Mexicanas”. Algunos de sus poemas han sido publicados en revistas electrónicas como “Otro Paramo” (Colombia), Poetas del siglo XXI (España), Los ablucionistas (Mexico), Rojo Siena (México), Revista Plastico, etc.
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Caída del viento
Dame tu aliento
A tu voz le hacen falta alfileres
Para tejer palabras
Necesitas romper tus manos
Usar tu boca
Darme tu aliento
A tu voz le falta
Danzar sin quebrar sus silabas
También reír
Apretar tu estomago
Estallar en el verso
Poeta a ti te hace falta
Hablar.
Contener la respiración
Un poema es contener la respiración en la mente
Esa sensación emigrando en tus ojos
(Los ojos son el reflejo de un mundo evaporándose
Con la versión de gente dormida
De silencio expidiéndose sin sentido)
Vacío que cae del viento
Como un sueño voraz
Y aun así cada partícula de voz
Es un cuchicheo esfumándose
dentro de un pensamiento.
El lenguaje
He visto centenares de árboles en cada campo
Los mismos sueños flotando en las aceras
Las estrellas se trasladan de brillo a estallido
Las nubes evaporándose hasta formar el estómago del cielo
Las aves arrastradas por el epicentro
Las flores interactuando con insectos
Hasta su mutualismo
Y una fuerza lo desvanece
He visto los mismos ojos en diferentes rostros
Las vibraciones confundidas
El sonido de la soledad en cada cuerpo
La velocidad de los autos como pulgas fumigadas
Las rutinas en los paraderos
Los niños tomados de las manos de sus madres
Hasta que llega la noche y todo reinicia su pulso
Y solo queda un silbido
He visto como el amor cambia de rostro
Va de un lado a otro con su aullido generacional
Hasta que se convierte en una guerra
Y la sangre olvida su parentesco
Como las promesas olvidan su legitimidad
Llorando todas las noches
Hasta que desaparece y se convierte en venganza
He visto mucho y sentido tanta sed
He visto mi garganta expandirse
Abiertos mis labios
Hablar a ciento de personas
Y nadie entiende mi lenguaje.
Soplo nocturno
Las hojas de los arboles caen sedientas
Yo he pedido por ti
Rezo las mismas palabras:
Salvación
Libertad
Esperanza
Nuestros lamentos y este cuerpo se rehúsan a ser carne propia
Porque olvidamos sensaciones básicas
Para conectarnos a pesar de toda esa virtualidad
Arruinándonos como sociedad
Por eso llegas
Como vienen los muertos
Silencioso con tu fulgor de otras eras
A hablarme de la mística
Para entonar versos
Desgarra los minutos y pon en mis labios las manecillas
Para que seamos una promesa en otra década
más sensatos, sin tanta locura y ficción violenta
¿Alguna vez te había dicho que tu aliento es la causa para sentir
tan ligera la palabra?
Es el viento prolongado reiniciándonos
cuando pesa la soledad
En esta ciudad soy la única que se aferra
a escuchar el murmullo y nadie viene a salvarnos.
Para los que callan
i
La vida es esa palabra que le sobra al de alado
La que nadie dice
El silencio común
Los centavos que no puedes retirar del cajero automático
Eso que falta y duele
Doblega
distorsiona la realidad
Nos hace permanecer
en el último eslabón de la pirámide
La vida y sus andares nos apuñala
Reprime nuestros deseos
Aferrarte a algo que nadie te pueda prohibir
Algo incuestionable a tu existencia
Se libre de las maneras más absurdas
No le temas a nada
Vive al borde de todos
Se el problema
Y la cura.
ii
A isaias
Para que nadie te escupa en la cara
Aunque sientas que la poesía no tiene sentido
es lo único manteniéndose firme
Es marea y calma
Es mi primer recurso
Cuando el mundo se ha caído en pedazos
Es ese murmullo
Es esa lágrima escapándose debajo de mi cubre bocas en público
Es el escudo de mi estomago
Ante tanta rabia
Es esa sensación
Que me sostiene
Para verle la cara a miles de ciudadanos engañados
A trabajadores uniformados
A estropajos defendiendo su nacionalismo
A humanos que se contradicen
Engañándose a si mismos
TIPHERETH
Este espacio
Luz
Traslación
Ascenso al dolor
Sotano enmohecido
Es tuyo
Abrázalo
Como bunker
No invites a extraños
Cuídate de los espías
Crea el lenguaje
Se indescifrable
Respira al vacío
Balas inversas
Liberan tu camino
Guarda las notas más graves
Para consolarte
Vendrán días
En los que nadie concilia con el exterior
La vida es una guerra constante
Cualquier metáfora ardera
Cuando las circunstancias colapsan
Y nada vas a controlar,
Nadie te pertenecerá
Estas solo, Solo tú.