MAMIFERAR
Cada bestia que ha venido a verme sabe algo de mi padre que le duele la garganta a media noche y se encoge cuando apaga la televisión como una planta que se cierra para trabajar a oscuras su siguiente forma que ha bajado tres kilos y camina en las mañanas que la abuela ya no lo llama que a veces estaciona en lugares alejados y se pone a resolver crucigramas hasta que la tarde se duerme desde las piernas y la tranquilidad es esa manera de hacer las cosas sin que el tiempo pase a través de ellas que se le cayeron los colmillos y encontró esa manera alegre de la ferocidad con la que a veces uno se despide y adentra.
TODAVÍA NO ESTOY AQUÍ DONDE ME VEO
Pienso en mí el recibo de la luz fijado a la nevera es algo que podemos decir de la velocidad con la que abandonamos una habitación y al final haberse ido sea dejar una parte de nosotros a oscuras y no tengamos que pagar tanto y estemos ahí donde nos vemos pienso en mi mamá y todos sus lugares encendidos pero a veces se le pierden las llaves el dinero una amiga porque cuando hay mucha luz no se puede distinguir en qué parte dobla el camino pienso en mis amigos en un órgano de sombra dentro del cuerpo que les transforma la noche en un camino larguísimo que se atraviesa tocando la velocidad con la que elegimos nuestras malas decisiones y una o dos cosas que ya no queremos decir en voz alta.
SIMBIONTE
Quiero la sexualidad cruzada de las plantas que necesitan del viento y los bichos como pretendientes que sentaría en el sofá para hacer presencia en un lugar sin raíces donde pueda seguir teniendo una lengua vegetal y respirar en silencio sea una declaración de amistad y todas nuestras sombras al cruzar la pierna sean el indicio de que seguimos esperando un perfume peligroso el drama del cortejo quieto cuando salimos del trabajo y un poquito más allá la hierba batiéndose contra sí misma y la solidaridad de nuestro placer sea la solidaridad de nuestros elementos y encontremos al final del día nuestros pistilos enredados en la vida.