EL
MOVIMIENTO TUYO
ES
EL “TANGO DEL ÁNGEL”
-Mas ¿con qué vais,
entonces, a rellenar lo infinito?
Leopoldo Lugones
I
Es tu inicio quien precipita
el mecanismo del bandoneón
mismo que con música de viento
y los agudos tristes del violín
culminan la crema de tus alas.
II
Así de cautiva
así cautivas cultivas
finísimos círculos a perfecto vuelo.
No sé si es Ángel lo que veo
o tú con negras zapatillas.
III
Cae terso el carmín bajo tus hombros.
Como soles diminutos
encienden las joyas a tu pecho;
se
pierden
me detengo a tu mirar
te detienes a mi mirar
así infinitud de la Plata
platense.
IV
Líneas
argentinas cordilleras rozas a tu paso.
Con el cabalgar del enmudecido “Martín
Fierro”
y el callar de una orquesta celeste
te sostengo en el abismo de mi traje:
Bailarina
Angelina
Danzarina
Reverencia.
V
En lenguaje de ángel seguimos.
A cada giro de aura de
aureola
a cada vuelta de ala
te escribo una porteña estación:
una
“Balada para un loco”
Y yo loco
con la Mar del Plata tras tu vaivén
en
vaivén loco.
VI
Se quiebra
la multitud en “Violentango” se quiebra.
Es tu acceder por nueve de julio
quien a Febo levanta en el centro y su
blancura.
Vamos
sigue con tu consentir a mi
labio
que los barcos con Apolo te rodean
y es tu voz:
azul
de Buenos Aires
azul
de mis entrañas
quien revive y levanta mi frente.
VII
Vayamos con el “Melancólico Buenos Aires”
a la Tierra del Fuego
no sin antes dejar tu luminosa hondura
en San Miguel de Tucumán
en San Salvador de Jujuy.
No sin antes bailar
charlar con “Don Segundo”
en el sur el más Sur
de las nubladas pulperías.
VIII
El espejo de la última Tierra
te sobrelleva en su blanquísimo pecho.
Te acaricia revives
lumbreras congeladas
se confunden en el contorno de tu rostro
Sigues siendo la emancipación de todos los
cielos
de todos los soles
sigues siendo el rumbo de la palabra:
Vueloenregocijo.
IX
Es tu sueño sobre mi sueño
el ensueño en tantos tangos
CÓMO CREEN ALGUNOS QUE DILUYES QUE FALLEZCO
Si en tu celeste música se
entretejen oscilan
nos unen
en la andariega pieza de las alas.
X
Sigue un coro de Argentina
ahora el tango de un cuarteto en “Oblivión”.
Al tiempo de te amo siempre
sabes que eres toda bálsamo
en latir de mi descenso.
No dejes de volar de
vibrar
de infinita hermosura trazar
en mi alabante bandoneón
platense
bandoneón
Piazzola bandoneón.
Del libro: Danzar del
agua
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