Sutil el hilo casi
Un pez es un deseo
que formula tu corazón
(Proverbio chino)
Ah qué escondido dentro de una cueva
bajo altas montañas reposas pez del hilo
dorado invención casi mía de la lejana
provincia de Sichuan. Si antes de que
supieran mis genes del llamado ya eras y
poblabas
el obscuro
lugar
cómo es
que no me contó nadie de tu noche
sin
rumbo ciego de soledad y de silencio
tu
angustia de vagar solo
sin
ser
vagabundo.
Y dónde fue
que supe de tu trance
rebelándote
contra la sombra y tu
transparente
piel de
seda
invisible
decidida a brillar y a conminar la sangre
para
crear horizontal hilo tibio de imperceptible
aureola. Nada
ser único
entre la vasta estirpe
intensamente deseado. Temeraria la
búsqueda por entre lo recóndito tras de ti
sutil
el hilo casi.
Sólo para probar que existes fiel pez de
dorada marca transversal de Sichuan lejana
provincia
de mis ancestros. Milenario
fantasma diminuto persistiendo en ser por
desde
pese a la bruma
todo el deseo y más
latiendo en la oscuridad.
Diosa
del Yangtsé
Era un delfín casi feliz,
señoreaba entre mustias marsopas
el agua dulce del Yangtsé,
el lodo blando y solitario de su aullido
qué mansos los coetáneos
cerdos,
la música fluyendo debajo de sus panzas,
el pasto que abundante les rendía
a todos por igual
las puestas de sol en río
Su Dorado azul de panacea,
el reino ancho y largo
libre de enemigos
No vertían allí mas que sus sueños
los jóvenes lánguidos y casamenteros
en busca de su leyenda más real
Dígannos que le pasó a la
diosa
que no la volvieron a ver ni imaginada
Dónde duerme hoy su sueño congelado
de corazón latiendo en las venas
de un país gigantesco
Un sol para Nikola
En
Smiljan una mujer gozaba
fama de
ser diestra en la fabricación
de
herramientas propias del hogar.
También se dice que la dama era ducha
en el
bramado de épicos poemas
y que lo hacía
con la senda
sin
igual soltura con la que fabricaba
un
cucharón.
Uno de
los cinco nobles vástagos
le nació un día
oscuro
sin sol
pleno de rayos
que el
bueno de Nikola después
llamaría (por noble) descargas alternas.
Djuka
Mandic llegó como
pudo al suceso del siglo
malhumorada
socorría a la diestra
mientras
gritaba de paso
la siniestra: ”Vaya día de perros
que te
da por alumbrar este hijo
Será un heraldo de la desgracia.”
”No. Será hijo de la Luz.
De sus
manos el Sol
tantas
veces pequeño renacerá.”
Dijo la
madre, que era una iluminada.
Carlos Vitale es licenciado en Filología hispánica y Filología italiana. Ha publicado Unidad de lugar, Descortesía del suicida, Cuaderno de l’Escala, El poeta más crítico y otros poetas italianos y Duermevela. Asimismo, ha traducido numerosos libros de poetas italianos y catalanes: Dino Campana (Premio de Traducción “Ultimo Novecento”), Eugenio Montale (Premio de Traducción “Ángel Crespo”), Giuseppe Ungaretti, Gerardo Vacana, Sergio Corazzini (Premio de Traducción del Ministerio Italiano de Relaciones Exteriores), Libero De Libero, Joan Vinyoli, Umberto Saba (Premio de Traducción “Val di Comino”), Joan Vinyoli, Mario Luzi, Amelia Rosselli, Sandro Penna, Joan Brossa, Antònia Vicens, etc. En 2015 obtuvo el VI Premio José Luis Giménez-Frontín por su contribución al acercamiento entre culturas diversas. Reside en Barcelona desde 1981.
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