Mucho más cerca que un lugar
(Inéditos)
Discutíamos sobre la forma
menos glamorosa de morir.
Ser arrollado por un chofer
de la ruta seis veintiséis.
Caer de un andamio
mientras limpias cristales
de un viejo edificio.
Siempre hablamos de eso.
Y de que no puedo seguirte el paso
que no pongo atención
que camino muy lento.
Que no es bueno
cruzar de la mano de alguien
que no tiene nada que perder.
Qué importa si llegaron
dentro de una caja, en bolsas
para basura
o si ya estaban antes de mudarme.
Eran graciosas, alocadas
y muy intermitentes.
Su infantil aparecer y luego
desaparecer
en bordes peligrosos.
Su frialdad al ver
a sus hijos panza arriba
por culpa del insecticida.
Las sobrevivientes
volvían más audaces
resueltas a caer sobre mi hombro
y luego armar un sabotaje
en las ventilas
del refrigerador.
Pero ahora no son más
que un temblor que desfallece
en latidos infinitos.
Me acuerdo de ellas.
He de cambiar mi vida.
Ya sé que lo que quieres es una obra maestra.
Pero no la tendrás. De mí, no la tendrás.
Te he escuchado decir que soy obsceno
misterioso, divertido. Que lean el nuevo
para entender los primeros.
¿Un homenaje a mi madre?
¿La enfermedad que se opone al maldito presente?
La obra maestra, ¿no te das cuenta?
Nos mira, se rasca.
Brinca.